¿Crees en las fórmulas mágicas? No hay un método para ganar más dinero que le sirva a todo el mundo, ni un paso a paso para ser feliz. Sin embargo, sí creo que hay una herramienta apta para todo el mundo y que siempre potencia todo lo que haces… ¡La planificación!
Desde saber qué vas a cenar por la noche, qué tienes que comprar o cuándo vas a crear tu contenido, trabajar con planificación no significa convertirte en un robot o que todo sea rígido, es mucho más potente…
¡Significa trabajar mejor, en menos tiempo y con mayor paz mental!
Da igual cuál sea tu negocio, la estructura o si aún no tienes equipo, planificarse correctamente es la llave del éxito. A continuación, te comparto una herramienta que seguro que usaste mucho en tu adolescencia y que sigue en vigor.
La vuelta al cole, ¿tienes un horario semanal?
Seguro que recuerdas el horario del instituto o el colegio pegado en el corcho de tu pared. Un DIN A4 que te marcaba qué ibas a hacer en el día, qué libros meter en la mochila o en qué orden estudiar… ¿Por qué lo has abandonado?
Pocas cosas hay menos productivas que encender el ordenador por la mañana sin tener ni idea de qué te toca hacer. Aquí es cuando la mente pierde el foco y empiezas a coger el móvil, contestar emails o pensar si queda leche en la nevera.
Gracias al horario, no solo vas a tener claro qué toca cada día, sino que repartirás mejor tus tareas, serás más consciente del tiempo disponible y podrás trabajar mejor en bloques de tiempo.
3 pasos para construir tu horario semanal
En primer lugar, coge un folio en blanco y divídelo en dos columnas. Por un lado, vas a apuntar todas las tareas recurrentes de tu negocio, desde facturas, crear contenido para redes, mandar newsletters, atender emails…
Por otro lado, en otra columna, pon los proyectos o retos que te gustaría arrancar en los próximos meses (si se te ocurren más de tres, prioriza). Aquí entraría desde renovar la web, contratar a alguien o lanzar un podcast.
Con ambos listados, baja un calendario escolar (yo lo saco de CANVA) y marca tus tiempos. ¿Cuántas horas trabajas cada día? ¡Sé realista! Después, divide esa estructura en bloques de 90 minutos o dos horas máximo.
Ahora, ya solo tienes que ir poniendo las tareas recurrentes en esos bloques y dejarte huecos para la creación.
Si pones esta técnica en marcha, cuéntame qué tal, si te ha sorprendido la cantidad de tareas recurrentes que tienes o si trabajas menos horas de las que pensabas.
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