Siempre se vende que en enero o septiembre hay que fijar objetivos, poner metas y aceptar retos… Pero, ¿qué pasa el resto del año? Desde aquí te digo que has emprendido igual que puedes trabajar los domingos y librar los lunes, ¡también puedes planificar tu año en primavera!
El método de tu año en doce semanas puede arrancar mañana y ocuparte las próximas 12 semanas de tu calendario, no hay mala fecha para empezar, el error es no hacerlo.
La base de esta metodología es tener claro que pensar a un año vista es muy amplio. Si planificas a largo plazo lo más seguro que es acabes procrastinando al no ver la fecha límite cerca. Para evitar caer en este círculo y acabar todos los días haciendo tareas secundarias, el libro de El año en 12 semanas plantea crear planes por escrito para aumentar tu productividad.
De esta forma, se fijan 4 cierres anuales, con planes concisos, medibles y accionables. A continuación, te cuento el método al detalle y algunos consejos.
3 grandes metas para las 12 semanas
Al estar pensando en períodos de tiempo más cortos, debes fijar mejor las metas. En este caso, el libro plantea elegir solo 3 retos al trimestre. En mi caso, los he escrito atendiendo a estas tres categorías.
- La meta económica referente a lo que debería facturar en estas próximas semanas. Así puedo evaluar si voy por el buen camino, si necesito modificar o crear alguna oferta extra para alcanzar objetivos.
- La meta de mejora de mi negocio, aquí se trata de buscar una nueva acción que mejore tu negocio desde cambiar alguna sección de la web, poner el foco en alguna red social o implantar algún proceso nuevo.
- La mejora en mi calidad, desde formarme en algún aspecto para dar un mejor servicio hasta buscar proveedores nuevos si eres tienda on line.
Planifica por semanas, no por días
Una vez que has fijado esas tres metas y las tienes escritas. Hay que bajarlas a lo concreto de forma práctica. Lo mejor es coger cada acción y dividirla en 6 pasos necesarios para ponerla en marcha.
Esta división se plasma en un calendario, con fechas concretas de entrega. Así vas a empezar a fijar metas semanales, que siempre son más realistas y fáciles de manejar que una diaria, donde pueden surgir imprevistos que echen a perder tu horario.
Sigas este método o no, la planificación semanal es básica. Mi consejo es hacerla el viernes, así dejas la semana programada, las tareas apuntadas y te vas de fin de semana con la sensación de tener todo bajo control.
Beneficios de planificar con este método
El libro (El años de 12 semanas), lógicamente, es mucho más extenso y tiene mil trucos más sobre cómo mejorar la producción. Pero yo voy a darte algunos de los beneficios más importantes de seguir el esquema anual de 12 semanas.
- Metas reales, con fechas concretas y pocas oportunidades de irlas dejando en el montón de pendientes.
- Una visión más clara del estado de tu negocio y de cómo debes pivotar para mejorar.
- Poner el foco en tres acciones concretas, no solo te hará más productiva. Si no que sabes hacia donde dirigir tus esfuerzos, por ejemplo haciendo solo cursos para mejorar en ese aspecto y no dispersando tu atención.
- Poder agendar días completos a la revisión de tu negocio, en lugar de ir a salto de mata, dedicarte un día a ver tu negocio desde arriba, ajustar servicios, crear nuevos procesos que aligeren la carga de trabajo…
- Tanto si vendes servicios como productos, este plan evita las prisas de última hora cuando el 40% de tus ingresos pueden depender del Black Friday o la Navidad. Este plan da claridad mental para saber si estás cumpliendo o no.
- ¡Echa cuentas! A nivel anual te queda 1 semana libre por trimestre, la llamada semana 13. Si cumples pueden ser días de planificación, de ver cómo va todo y tomarte un merecido descanso.