Defiendo que junio es el momento de planificar, analizar lo que ha pasado a inicio de año y tener muy claro dónde vamos a enfocarnos en el último semestre, para muchos, decisivo por la llegada de Black Friday y Navidad.
Si para ti también es un momento de cambios, objetivos y plantearte nuevas metas, ¿has contemplado que vivir mejor sea una de ellas? En el libro, decidí dedicar varios capítulos a cómo mejorar la forma de trabajar, porque me parece decisivo para no quemarnos y acabar agotadas.
El otro día, las chicas de la agencia DoGo Strategy (tenéis que seguirlas) comentaron en su balance de junio que habían implementado la jornada laboral de 4 días a la semana. Este tipo de decisiones también tienen que estar en nuestros planes, proyectos e, incluso, ser el objetivo más importante de un año.
¿Cómo trabajar menos y vivir mejor?
¿Qué es mejorar los hábitos? Voy a darte 5 consejos sencillos, aplicables desde esta semana y que te van a hacer notar no solo que ganas tiempo, sino que estás mucho más tranquila.
- Adiós al móvil en tu jornada de trabajo. Sin lugar a dudas, es el consejo que va a ahorrarte más tiempo de todos. Estar trabajando con el móvil cerca es una pérdida continua de energía y foco. ¿Cuántas veces saltas de una tarea a otra?
Por supuesto, estás en tu derecho de ponerte excusas tontísimas y decirme que pueden llamarte, que tus clientas están acostumbradas a que contestes rápido…, pero si analizas de verdad tu comportamiento, sabes que es necesario.
- Horarios fijos para el email. Jamás empieces tu jornada laboral mirando el correo. Es la forma más rápida de pasar a atender las prioridades y urgencias de otro. Dedica tus horas más productivas a trabajar y, luego, ten un tiempo para mirar el móvil. Nada de notificaciones de emails en el ordenador.
- Bloques de tiempo. Siempre he trabajado así y soy una firme defensora de ellos. Es algo tan básico como crear un horario de instituto e ir repartiendo las tareas de forma uniforme por tu semana.
No solo vas a saber cada mañana dónde enfocarte y qué tareas tienes pendientes, sino que conseguirás no estar saltando de una actividad a otra. A tu cerebro le cuesta muchísimo volver a la concentración después de una distracción, así que intenta evitarlas.
En este tipo de esquema de trabajo, también es importante categorizar, por ejemplo, todas las reuniones un mismo día, las redes sociales, otro, y hasta los recados e imprevistos.
- Fechas límites para todo. Cualquier proyecto necesita una fecha límite para evitar la procrastinación sin fin. ¿En serio no te acuerdas de que tu tarde antes del examen era la más productiva del mundo?
Por último, no hay que imitar los horarios de nadie o cómo gestiona su trabajo. Analiza cuándo te gusta trabajar más, cuáles son tus circunstancias personales y, con base en ello, crea tu horario. A lo mejor, para mí es importante tener las tardes libres y para ti es mejor no usar despertador.
Ser productivo se trata de ir probando recetas y métodos y adaptarlos de forma sencilla a nuestra rutina. Solo así vamos a ser constantes en tiempo con ellos y no pasarán por nuestra vida como una moda más.